martes, 24 de julio de 2012

Presidente-Comandante Daniel recibe a Delegación del Barco de la Paz





Palabras de Rosario

Muy Buenas tardes, querid@s Herman@s, queridas Familias nicaragüenses, que nos siguen por el Canal 6 de Televisión ¡Nicaragüense por Gracia de Dios! Buenas tardes, Herman@s, Viajer@s del Barco de la Paz; Militantes de la Causa de la Paz, en el Mundo... La Paz para la Humanidad. La Paz para el Planeta. La Paz entre nosotr@s.

Presiden este Acto de Re-encuentro con la Paz en Nicaragua, de Celebración de la Alegría de Vivir en Paz, en esta Tierra Bendita y Siempre Libre, Fundador y Director del Barco de la Paz, el Compañero Tatsuya Yoshioka; Monseñor Eddy Montenegro, Secretario de la Comisión de Reconciliación, Justicia y Paz, que preside Su Eminencia Reverendísima el Cardenal Miguel; el Hermano Koichi Monma, Ciudadano de Fukushima; la Hermana Noriko Hayakama, Ciudadana de Fu-kushima; la Hermana Asako Kudo, Ciudadana de Fukushima; la Hermana Kaori Mikami, Ciudadana de Fukushima; la Hermana Nobuko Nakamura, Ciu-dadana de Nagasaki; Kuniko Kitano, Compañera Ciudadana de Nagasaki; Shigetaka Kitano, Compañero Ciudadano de Nagasaki. Todos ellos nos honran con su presencia en esta Nicaragua, Bendita y Siempre Libre, que luchamos para mantener llena de Paz.
 
Herman@s, queremos dar gracias a Dios por esta Unión de Culturas y Voluntades. De Compromiso y Esperanza. De afirmación de la Paz como Ban-dera, como Símbolo, como Valor y Realidad Su-premas, como Valor y Realidad imprescindibles, que nos toca construir cada día.

Damos gracias por estar en Paz, cuestión cada vez más difícil en este Mundo complejo, lleno de tensionamientos, lleno de desencuentros, impregnado de egoísmo e imposición.

Damos gracias por tener la Paz, interior y externa, como necesidad, como alimento bá-sico, como Gracia insustituible que nos per-mite contar con Horizonte. La Paz, como in-finito personal, familiar, comunitario, y para afianzar posiciones en un panorama colectivo. La Paz como ese paisaje social donde nos toca dibujar sin descanso, todo lo que creemos pueda hacernos mejores, y llevarnos hacia ese Mundo Mejor que tanto anhelamos.

Les saludamos con Cariño, herman@s, ustedes que son el compromiso vivo con la Paz. Nos sentimos contentos de recibirles en esta Ni-caragua Azuliblanco, y contarles cómo nos em-peñamos, con humildad y perseverancia, en dejar atrás el dolor y el sufrimiento de la guerra, desaprendiendo caminos inviables, y recorriendo Rutas fraternales de Diálogo y Bien Común.

Trabajar por la Paz representa un recorrido, un viaje permanente, porque en un minuto, en un segundo, puede incendiarse el Mundo. Meta-fórica y Verdaderamente. Y eso, lo sabemos, y lo saben ustedes, mejor que nadie...!

A cada uno de ustedes, nuestro Compromiso y nuestra Solidaridad, desde el Cariño, desde esa Ruta invariable de trabajo por un Mundo y una Hermandad Planetarias. Ustedes han vivido la tragedia nuclear. Son testigos de la Heca-tombe y sus interminables secuelas. Precisa-mente leíamos en los reportes que ustedes preparan, todas las secuelas que todavía pre-valecen en esa Tierra Hermana del Japón. Y apreciamos tanto, por eso, esta trascendental Misión, promoviendo otros ojos, otro corazón, otra percepción, otro nivel de Conciencia... Otra Experiencia de Vida...!

Japón ha sido siempre Solidario con el Pueblo nicaragüense. Estas visitas del Barco de la Paz, porque esta es la segunda, es una muestra más de esa Solidaridad que nosotros agrade-cemos, porque desde esa presencia de Coopera-ción, de Sensibilidad, es que ustedes, el Pueblo Japonés ha contribuido al desarrollo de tantas obras de Prosperidad, en este Pequeño País, al otro lado del Mundo.

Agradecemos su presencia, agradecemos su tra-bajo por la Paz en el Mundo, comprometiéndonos con esa Paz, como Esencia Vital... con una Cultura, una Vivencia, una Conciencia de Paz, por más Justa, Equilibrada, Armoniosa. Compro-metiéndonos un Corazón más tranquilo, con más Reflexión, más Integridad, más Coherencia, más Unidad de Esfuerzos, más Trabajo Conjunto. Comprometiéndonos ante ustedes, Símbolo del Vuelo Imprescindible de la Paz, a hacer todo lo necesario para que cristalice en cada corazón; en cada hogar y familia nicaragüense; en cada Comunidad donde aprendamos a vivir en Armonía y Fé, en Alegría y Satisfacción; en lo sen-cillo, en lo hermoso, en lo trascendente...!

Queremos asumir en Nicaragua, la Paz como Práctica de Vida, como Cultura, como Cielo y Tierra, como Vida Cotidiana, como Espíritu arándose en Siembras y Cosechas. Queremos asumir la Paz, como entendimiento, como Razón y Sustento para la Vida. Y esa és la Tarea...! Muchísimas gracias.

Queda con nosotros, desde este Acto de En-cuentros de Voluntades y Culturas, el Director del Barco de la Paz, el Fundador, el Compa-ñero, hermano Tatsuya Yoshioka.

Palabras de Tatsuya Yoshioka

Estimada concurrencia, déjeme decirles primero, que me siento muy honrado ante tan estimada concurrencia, y por haber arreglado este lugar, para recibirnos a nosotros, el Barco de la Paz. Muchas gracias.

Y lo segundo por lo que me gustaría agrade-cerles, es por habernos ofrecido la oportuni-dad de poder apreciar los bellos bailes fol-klóricos. Pudimos apreciar a la Juventud dan-zando los bailes de Nicaragua, y eso para nosotros ha sido una oportunidad muy bonita. Muchísimas gracias.

También me gustaría agradecer al Pueblo nica-ragüense... Como es de conocimiento de todo Mundo, el 11 de Marzo del año pasado, Japón sufrió un gran terremoto acompañado de un tsu-nami; y también sufrió un accidente en la planta Fukushima. Por lo que en esa ocasión, la Embajada de Nicaragua nos asistió de tal manera que nos ha movido el corazón. Entonces, déjeme agradecerles por todo el apoyo que nos han brindado. De nuevo, muchísimas gracias.

Déjenme decirles también, que debido a los acontecimientos naturales que sucedieron ese 11 de Marzo del 2011, en Japón, el terremoto, el tsunami, y los accidentes en la Planta Nu-clear de Fukushima, han sido eventos que de-jarán sus huellas en la Historia del Mundo. Actualmente, todavía la gente de Fukushima se encuentra sufriendo los estragos de estos de-sastres naturales.

Debido a los acontecimientos que nosotros experimentamos en Japón, me di cuenta del sufrimiento de la gente, y no solamente en Japón, sino de toda aquella gente alrededor del Mundo, que se encuentra sufriendo por es-tragos naturales, o por guerras. Y eso me ha hecho reflexionar nuevamente, acerca del su-frimiento, y todos los acontecimientos que están pasando alrededor del Mundo.

Y quiero mencionar, que adentro de la gente que está sufriendo, y la gente que ha sufrido a lo largo de la Historia, está también el Pueblo nicaragüense, que por un largo período se encontró luchando, derramando la sangre. Entonces, me gustaría decir, que me encuentro reflexionando acerca de todos estos eventos. Y no solamente guerras, sino que también Nica-ragua ha sido víctima de los estragos natu-rales de un terremoto, por el cual, siento que tenemos ese punto en común. Y como ese punto en común, hemos reflexionado y hemos experi-mentado el sufrimiento que pasa la gente alre-dedor del Mundo por esos estragos naturales.

En nuestro País, en Hiroshima y en Nagasaki, fallecieron alrededor de 200 mil personas, y 100 mil personas respectivamente. Entonces, entiendo también el sufrimiento de mi gente, del Pueblo japonés. Actualmente, en Fukushima, debido a los estragos y al accidente en la Planta Nuclear, se encuentran alrededor de 150 mil personas que todavía están sufriendo por la radiación.

Debido al accidente y a los acontecimientos en la Planta Nuclear de Fukushima, me gustaría contarles para que tengan una idea de los da-ños que ha ocasionado eso. Actualmente, en Fukushima, la leche extraída de las madres de Fukushima se han encontrado residuos de mate-rial radioactivo; en la orina de los bebés también se han encontrado residuos de mate-riales radiactivos. Y lo que me ha hecho ver, es que ese tipo de accidentes deja muchísimas víctimas, y los deja dañados por el resto de sus vidas.

Entonces, le quiero decir al Excelentísimo Señor Presidente, y a tan estimada concurren-cia, que el Mundo que yo quiero construir, es un Mundo donde no se tenga que repetir otro Hiroshima, otro Nagasaki. Es un Mundo en el cual no queremos, ya no necesitamos plantas nucleares, no necesitamos armas nucleares. Y la edad y la generación de la energía nuclear, ¡queda exterminada por completo!

También espero que tod@s junt@s podamos su-perar fronteras, y podamos crear una sociedad sustentable, libre de armas nucleares. Y que podamos contar estos testimonios de generación en generación, para que el Mundo en el futuro sea un Mundo lleno de Paz. Muchas gracias.

Palabras de Koichi Monma

Buenas noches a tod@s. Mi nombre es Koichi Monma, y soy participante en el Barco de la Paz, provengo de Fukushima. En el año 2011, el 11 de Marzo, el Noreste de Japón fue afectado por un terremoto de gran magnitud; y todos los países al lado del Pacífico, fueron seve-ramente afectados. En reacción a esto, después de ocurrido el terremoto, empezando por el Gobierno de Nicaragua, el Pueblo nicaragüense, nos asistió ofreciéndonos personal, ofrecién-donos material de apoyo. Y quiero decirles, como un Representante de Fukushima, que estoy agradecido de todo corazón.

Después de ocurrido el terremoto al Noreste de Japón, días después, el 14 de Marzo, debido a los daños del terremoto y del tsunami, el reactor tuvo una explosión de hidrógeno, libe-rando hacia el aire muchísimos gases radiac-tivos, los cuales se expandieron dentro de Fukushima, y de sus Prefecturas vecinas, como pueden observar en esta Revista que registra todos los hechos ocurridos en el año, en Fu-kushima. Desafortunadamente, por la reacción tardía del Gobierno de Japón, ese material ra-diactivo se fue expandiendo dentro de Fuku-shima y a sus Prefecturas vecinas. Esa es la situación actual en Fukushima.

Actualmente, alrededor de un rango de aproxi-madamente 20, 30 kilómetros, se encuentran personas residentes de Fukushima, las cuales, aunque quisieran regresar, no es posible para ellos regresar a sus hogares que dejaron en Fukushima. Actualmente viven en viviendas pro-visionales; y dentro de esos refugiados se encuentra gente de la Tercera Edad, que debido a la fatiga espiritual, a la fatiga mental, y a la fatiga física, muchos de ellos han falle-cido. También, muchos jóvenes han perdido sus trabajos, y no encuentran lugar para trabajar.

Durante el verano del año pasado, hubo bas-tantes demostraciones en contra de las Plantas Nucleares. Estas demostraciones se llevaron a cabo en Junio, Agosto y Octubre, en las cuales  participaron alrededor de 15,000 personas
ex-residentes de Fukushima. Actualmente, en Tokio cada semana han ido aumentando, y cada semana participan más de 100,000 personas. Así ha ido aumentando la escala de las demostra-ciones en contra de las Plantas Nucleares.

Actualmente, en la Prefectura de Fukushima, a nivel comunitario, se encuentran bastantes Mo-vimientos, en los cuales se están limpiando las escuelas, para que los niños puedan jugar afuera nuevamente, porque actualmente sólo pueden salir a jugar una hora.

Y quiero decirle al Pueblo nicaragüense, que próximamente nosotros queremos promover un Mundo libre de Plantas Nucleares, un Mundo en el que no existan las armas nucleares. Y para eso, nosotros, el Pueblo de Japón, queremos tomar su País como referencia, ya que Nica-ragua vive en coexistencia y en simbiosis con la Naturaleza. Y me gustaría llevarme esto, y decírselo a la gente en Fukushima.

Tal y como se encuentra en la Carta Magna de UNESCO: “La guerra comienza en el corazón del hombre...” Por lo tanto, es mi humilde forma de pensar, que la Paz, la Fortaleza de la Paz, debe ser construida dentro del corazón del hombre. Esa es mi humilde forma de pensar.

Actualmente, el Movimiento en contra de las Plantas Nucleares, y los Estudios que se en-cuentran haciendo con la Naturaleza, para te-ner formas de Energías Renovables, me gustaría promover eso en mi país; al igual como se encuentra haciéndolo el Pueblo de Nicaragua. Y para eso, vamos a necesitar de su Cooperación. Muchísimas gracias.

Me gustaría darle esta Revista, como un humilde reconocimiento, al Excelentísimo Señor Presidente.

Palabras de Daniel

¡Cuánta alegría tener nuevamente en Nicaragua al Barco de la Paz! Veo en los rostros que, independientemente de las edades, están unidos en un solo Principio... ¡la lucha por la Paz! Veo herman@s con muchos años de vida, de expe-riencia, de sabiduría, hombres y mujeres. Y veo también much@s jóvenes, muchach@s. Es decir, la Juventud tomando la Bandera de los Mayores, para seguir luchando por la Paz. Por-que cuando la Juventud se incorpora a las grandes Batallas, por la Justicia, por la Li-bertad, y por la Paz, entonces tenemos ase-guradas las Victorias.

He escuchado las palabras del Compañero Tat-suya Yoshioka, siempre con esa Fortaleza de Espíritu, batallando, como El Quijote... ¡sí, como el Quijote! Pero con la seguridad de que está defendiendo una causa justa, en la que lo acompañan ustedes, y lo acompañan millones en Japón, y lo acompañamos millones en el Mundo.

Hemos escuchado el Testimonio de nuestro Her-mano Koichi Monma, Ciudadano de Fukushima, que nos ha entregado este libro que es un docu-mento de la tragedia, pero también de la vo-luntad de vencer la tragedia, y de salir ade-lante, por encima de la tragedia.
El 11 de Marzo del año 2011, recuerdo bien que la noticia sacudió a nuestro Pueblo, sacudió al Mundo... Primero, el tsunami, y luego, la tragedia expandiéndose hacia las Plantas, o desde las Plantas de Energía Nuclear de Fu-kushima. Nosotros nos dirigimos inmediatamente a la Embajada de Japón, aquí en Nicaragua, y les expresamos nuestra Solidaridad en esos momentos de dolor para el Pueblo de Japón.  El Embajador estaba preparado con toda la información... tenía el mapa de Japón, y la zona afectada por el tsunami, y la ubicación de las Plantas.

Todavía estaba en el ambiente, el riesgo de nuevos terremotos, y por lo tanto nuevos tsu-namis, que pudiesen afectar otras Regiones en Japón. Eran momentos cruciales, dramáticos, y nosotros aportando con lo que podíamos apor-tar, que era nuestra Solidaridad hacia el Pueblo, y hacia las Autoridades de Japón, que están enfrentando esta terrible tragedia.

Yo le comentaba al Compañero Tatsuya, que la tragedia de Fukushima, en cuanto al uso de la energía nuclear con un fin pacífico, como es la generación de energía, vino a poner de nue-vo en la Agenda Internacional, los grandes riesgos que conlleva el utilizar la energía nuclear para producir energía con fines pací-ficos... energía para llevar a los hogares, energía para beneficio de los Pueblos.

Y claro que esto ha provocado reacciones en los Pueblos donde se utiliza la energía nu-clear con fines pacíficos. En países euro-peos, en los mismos Estados Unidos, vino de nuevo el temor que ya parecía superado después de aquella terrible tragedia de Chernobyl. La verdad es que Fukushima ya contaba con la experiencia de Chernobyl; y eso significaba que ahí había unas capacidades instaladas con un rango de seguridad mucho mayor del que había tenido la Planta de Chernobyl.

Pero ¿qué nos indica esto? ¿Cuál es la lección que sacamos de esta tragedia, y Plantas de Energía Atómica de Fukushima? Las lecciones que sacamos tienen que ver con una verdad in-contrastable. O sea, no puede el Ser Humano, con todas sus Ciencias, con todas sus capa-cidades, no puede con la Naturaleza, ¡no pode-mos con la Naturaleza!

Aquí en esta Ciudad de Managua, que hoy han recorrido, hemos tenido dos grandes terremo-tos... uno en el año 1931, y el último en el año 1972, que destruyeron totalmente las ciu-dades. ¿Quién puede detener un terremoto? ¿Quién puede detener un tsunami? ¡Sólo Dios...! Por lo tanto, lo que nos dice la Realidad, la Vida, lo que nos dice la Naturaleza, es que no abusemos de las capacidades que ha desarrollado, y se han desarrollado en los países más avan-zados en lo que es la Energía Atómica con fines pacíficos.

Una Planta de Energía Atómica, es cierto, una Planta que demanda de mucha Tecnología, mucha Ciencia, mucho aporte de Científicos, mucho dinero, mucho recurso para su instalación, que una Planta que genera a un costo que luego re-sulta muy bajo, que no contamina, ¡todo eso es cierto! Pero es una bomba atómica instalada ahí, que frente a cualquier embate de la Na-turaleza, esa bomba explota, y provoca mucho más daño que el que podría provocar un terre-moto o un tsunami.

Por eso, lo que nos dice Fukushima es que no podemos desafiar a la Naturaleza. Desafiar a la Naturaleza es desafiar a Dios, y ya vemos los resultados. O sea, las obras, las grandes obras, tienen sus límites, y sobre todo cuando estas llevan el componente de la Energía Ató-mica. Y hoy más que nunca, creo que se ha generado una Conciencia en el Mundo, y sobre todo en los países desarrollados, donde tienen Plantas de este tipo, que es necesario ir sa-liendo de estas Plantas, e ir instalando Plantas, que no sean una amenaza para los Pue-blos, no sean una amenaza para las Familias, no sean una amenaza para el Medio Ambiente.

Porque ya vemos los efectos que tienen. No solamente la explosión de una Planta como ésta genera muertes de familias enteras, de Niñ@s, Adultos, Jóvenes, secuelas luego en las fa-milias, sino que también contamina las aguas, contamina todo lo que va tocando. Y las di-ficultades que han tenido, las situaciones que ustedes enfrentan con los alimentos, con los peces de esas aguas que fueron contaminadas; con los vegetales que se cultivan en esas tierras que fueron contaminadas.

Y yo les quiero decir a ustedes, querid@s Her-man@s de Japón, que si Nicaragua ya estaba comprometida en la lucha para que desaparezcan de nuestro Planeta las armas atómicas... hoy también les puedo decir a ustedes, que estamos comprometidos en la lucha para que desapa-rezcan las Plantas de Energía Atómica, que se convierten en una amenaza para los Pueblos y para la Tierra, para la Naturaleza, para el Medio Ambiente.

Hoy 23 de Julio, en Homenaje a l@s miles de nicaragüenses que han dado su vida en la lucha por la Paz. En Homenaje a l@s estudiantes que un día como hoy, una tarde de un 23 de Julio del año 1959, fueron asesinad@s en la Ciudad de León. En Homenaje a este Pueblo que está conmemorando este año el 33 Aniversario del Triunfo de la Revolución Popular Sandinista. Y comprometidos con nuestro Himno que clama por la Paz, les digo, estamos con ustedes en esta Batalla, ¡y continuaremos con ustedes en esta Batalla!

¡Que Viva el Barco de la Paz!
¡Que Viva el Pueblo de Hiroshima!
¡Que Viva el Pueblo de Nagasaki!
¡Que Viva el Pueblo de Fukushima!
¡Que Viva el Pueblo del Japón!
¡Que Viva la Paz!

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