Palabras de Rosario
Muy Buenas tardes,
querid@s Herman@s, queridas Familias nicaragüenses, que nos siguen por el Canal
6 de Televisión ¡Nicaragüense por Gracia de Dios! Buenas tardes, Herman@s,
Viajer@s del Barco de la Paz; Militantes de la Causa de la Paz, en el Mundo...
La Paz para la Humanidad. La Paz para el Planeta. La Paz entre nosotr@s.
Presiden este Acto
de Re-encuentro con la Paz en Nicaragua, de Celebración de la Alegría de Vivir
en Paz, en esta Tierra Bendita y Siempre Libre, Fundador y Director del Barco de la Paz, el Compañero Tatsuya Yoshioka; Monseñor Eddy Montenegro, Secretario de la
Comisión de Reconciliación, Justicia y Paz,
que preside Su Eminencia Reverendísima el Cardenal Miguel; el Hermano Koichi Monma, Ciudadano de
Fukushima; la Hermana Noriko Hayakama, Ciudadana de Fu-kushima; la
Hermana Asako Kudo, Ciudadana de Fukushima; la Hermana Kaori Mikami, Ciudadana
de Fukushima; la Hermana Nobuko Nakamura, Ciu-dadana de Nagasaki; Kuniko Kitano,
Compañera Ciudadana de Nagasaki; Shigetaka Kitano, Compañero Ciudadano de Nagasaki.
Todos ellos nos honran con su presencia en esta Nicaragua, Bendita y Siempre
Libre, que luchamos para mantener llena de Paz.
Herman@s, queremos
dar gracias a Dios por esta Unión de Culturas y Voluntades. De Compromiso y
Esperanza. De afirmación de la Paz como Ban-dera, como Símbolo, como Valor y Realidad
Su-premas, como Valor y Realidad imprescindibles, que nos toca construir
cada día.
Damos gracias por
estar en Paz, cuestión cada vez más difícil en este Mundo complejo, lleno de
tensionamientos, lleno de desencuentros, impregnado de egoísmo e imposición.
Damos
gracias por tener la Paz, interior y externa, como necesidad, como alimento bá-sico,
como Gracia insustituible que nos per-mite contar
con Horizonte. La Paz, como in-finito personal, familiar, comunitario, y
para afianzar posiciones en un panorama colectivo. La Paz como ese paisaje
social donde nos toca dibujar sin descanso, todo lo que creemos pueda hacernos
mejores, y llevarnos hacia ese Mundo Mejor que tanto anhelamos.
Les saludamos con
Cariño, herman@s, ustedes que son el compromiso vivo con la Paz. Nos sentimos
contentos de recibirles en esta Ni-caragua Azuliblanco, y contarles cómo nos em-peñamos,
con humildad y perseverancia, en dejar atrás el dolor y el sufrimiento de la
guerra, desaprendiendo caminos inviables, y recorriendo
Rutas fraternales de Diálogo y Bien Común.
Trabajar por la
Paz representa un recorrido, un viaje permanente, porque en un minuto, en un
segundo, puede incendiarse el Mundo. Meta-fórica y Verdaderamente. Y eso, lo
sabemos, y lo saben ustedes, mejor que nadie...!
A cada uno de
ustedes, nuestro Compromiso y nuestra Solidaridad, desde el Cariño, desde esa
Ruta invariable de trabajo por un Mundo y una Hermandad Planetarias. Ustedes
han vivido la tragedia nuclear. Son testigos de la Heca-tombe y sus
interminables secuelas. Precisa-mente leíamos en los reportes que ustedes
preparan, todas las secuelas que todavía pre-valecen en esa Tierra Hermana del
Japón. Y apreciamos tanto, por eso, esta trascendental
Misión, promoviendo otros ojos, otro corazón, otra percepción, otro nivel
de Conciencia... Otra Experiencia de Vida...!
Japón ha sido
siempre Solidario con el Pueblo nicaragüense. Estas visitas del Barco de la
Paz, porque esta es la segunda, es una muestra más de esa Solidaridad que
nosotros agrade-cemos, porque desde esa presencia de Coopera-ción, de
Sensibilidad, es que ustedes, el Pueblo Japonés ha contribuido al desarrollo de
tantas obras de Prosperidad, en este Pequeño País, al otro lado del Mundo.
Agradecemos su
presencia, agradecemos su tra-bajo por la Paz en el Mundo, comprometiéndonos
con esa Paz, como Esencia Vital... con una Cultura, una Vivencia, una
Conciencia de Paz, por más Justa, Equilibrada, Armoniosa. Compro-metiéndonos un
Corazón más tranquilo, con más Reflexión, más Integridad, más Coherencia, más
Unidad de Esfuerzos, más Trabajo Conjunto.
Comprometiéndonos ante ustedes, Símbolo del Vuelo Imprescindible de la Paz, a
hacer todo lo necesario para que cristalice en cada corazón; en cada
hogar y familia nicaragüense; en cada Comunidad donde aprendamos a vivir en
Armonía y Fé, en Alegría y Satisfacción; en lo sen-cillo, en lo hermoso, en lo trascendente...!
Queremos asumir en
Nicaragua, la Paz como Práctica de Vida, como Cultura, como Cielo y Tierra,
como Vida Cotidiana, como Espíritu arándose en Siembras y Cosechas. Queremos
asumir la Paz, como entendimiento, como Razón y Sustento para la Vida. Y esa és
la Tarea...! Muchísimas gracias.
Queda con nosotros, desde este Acto de En-cuentros de
Voluntades y Culturas, el Director del Barco de la Paz, el Fundador, el
Compa-ñero, hermano Tatsuya Yoshioka.
Palabras
de Tatsuya Yoshioka
Estimada concurrencia, déjeme
decirles primero, que me siento muy honrado
ante tan estimada concurrencia, y por haber
arreglado este lugar, para recibirnos a nosotros, el Barco de la Paz. Muchas
gracias.
Y lo segundo por lo que me gustaría agrade-cerles, es por
habernos ofrecido la oportuni-dad de poder apreciar los bellos bailes fol-klóricos.
Pudimos apreciar a la Juventud dan-zando los bailes de Nicaragua, y eso para
nosotros ha sido una oportunidad muy bonita. Muchísimas gracias.
También me gustaría agradecer al Pueblo nica-ragüense... Como
es de conocimiento de todo Mundo, el 11 de Marzo del año pasado, Japón sufrió
un gran terremoto acompañado de un tsu-nami; y también sufrió un accidente en
la planta Fukushima. Por lo que en esa ocasión, la Embajada de Nicaragua nos
asistió de tal manera que nos ha movido el corazón. Entonces, déjeme
agradecerles por todo el apoyo que nos han brindado. De nuevo, muchísimas
gracias.
Déjenme decirles también, que debido a los acontecimientos
naturales que sucedieron ese 11 de Marzo del 2011, en Japón, el terremoto, el
tsunami, y los accidentes en la Planta Nu-clear de Fukushima, han sido eventos
que de-jarán sus huellas en la Historia del Mundo. Actualmente, todavía la
gente de Fukushima se encuentra sufriendo los estragos de estos de-sastres
naturales.
Debido a los acontecimientos que nosotros experimentamos en
Japón, me di cuenta del sufrimiento de la gente, y no solamente en Japón, sino
de toda aquella gente alrededor del Mundo, que se encuentra sufriendo por es-tragos
naturales, o por guerras. Y eso me ha hecho reflexionar nuevamente, acerca del
su-frimiento, y todos los acontecimientos que están pasando alrededor del
Mundo.
Y quiero mencionar, que adentro de la gente que está
sufriendo, y la gente que ha sufrido a lo largo de la Historia, está también el
Pueblo nicaragüense, que por un largo período se encontró luchando, derramando
la sangre. Entonces, me gustaría decir, que me encuentro reflexionando acerca
de todos estos eventos. Y no solamente guerras, sino que también Nica-ragua ha
sido víctima de los estragos natu-rales de un terremoto, por el cual, siento
que tenemos ese punto en común. Y como ese punto en común, hemos reflexionado y
hemos experi-mentado el sufrimiento que pasa la gente alre-dedor del Mundo por
esos estragos naturales.
En nuestro País, en Hiroshima y en Nagasaki, fallecieron
alrededor de 200 mil personas, y 100 mil personas respectivamente. Entonces, entiendo
también el sufrimiento de mi gente, del Pueblo japonés. Actualmente, en
Fukushima, debido a los estragos y al accidente en la Planta Nuclear, se
encuentran alrededor de 150 mil personas que todavía están sufriendo por la
radiación.
Debido al accidente y a los acontecimientos en la Planta
Nuclear de Fukushima, me gustaría contarles para que tengan una idea de los da-ños
que ha ocasionado eso. Actualmente, en Fukushima, la leche extraída de las
madres de Fukushima se han encontrado residuos de mate-rial radioactivo; en la orina
de los bebés también se han encontrado residuos de mate-riales radiactivos. Y
lo que me ha hecho ver, es que ese tipo de accidentes deja muchísimas víctimas,
y los deja dañados por el resto de sus vidas.
Entonces, le quiero decir al Excelentísimo Señor Presidente,
y a tan estimada concurren-cia, que el Mundo que yo quiero construir, es un
Mundo donde no se tenga que repetir otro Hiroshima, otro Nagasaki. Es un Mundo
en el cual no queremos, ya no necesitamos plantas nucleares, no necesitamos
armas nucleares. Y la edad y la generación de la energía nuclear, ¡queda
exterminada por completo!
También espero que tod@s junt@s podamos su-perar fronteras,
y podamos crear una sociedad sustentable, libre de armas nucleares. Y que
podamos contar estos testimonios de generación en generación, para que el Mundo
en el futuro sea un Mundo lleno de Paz. Muchas gracias.
Palabras
de Koichi
Monma
Buenas noches a tod@s. Mi nombre es Koichi Monma, y soy participante en el Barco de la Paz, provengo de Fukushima.
En el año 2011, el 11 de Marzo, el Noreste de Japón fue afectado por un
terremoto de gran magnitud; y todos los países al lado del Pacífico, fueron
seve-ramente afectados. En reacción a esto, después de ocurrido el terremoto,
empezando por el Gobierno de Nicaragua, el Pueblo nicaragüense, nos asistió
ofreciéndonos personal, ofrecién-donos material de apoyo. Y quiero decirles,
como un Representante de Fukushima, que estoy agradecido de todo corazón.
Después de ocurrido el terremoto al Noreste de Japón, días
después, el 14 de Marzo, debido a los daños del terremoto y del tsunami, el
reactor tuvo una explosión de hidrógeno, libe-rando hacia el aire muchísimos
gases radiac-tivos, los cuales se expandieron dentro de Fukushima, y de sus Prefecturas
vecinas, como pueden observar en esta Revista que registra todos los hechos
ocurridos en el año, en Fu-kushima. Desafortunadamente, por la reacción tardía
del Gobierno de Japón, ese material ra-diactivo se fue expandiendo dentro de
Fuku-shima y a sus Prefecturas vecinas. Esa es la situación actual en
Fukushima.
Actualmente, alrededor de un rango de aproxi-madamente 20,
30 kilómetros, se encuentran personas residentes de Fukushima, las cuales,
aunque quisieran regresar, no es posible para ellos regresar a sus hogares que
dejaron en Fukushima. Actualmente viven en viviendas pro-visionales; y dentro
de esos refugiados se encuentra gente de la Tercera Edad, que debido a la
fatiga espiritual, a la fatiga mental, y a la fatiga física, muchos de ellos
han falle-cido. También, muchos jóvenes han perdido sus trabajos, y no
encuentran lugar para trabajar.
Durante el verano del año pasado, hubo bas-tantes
demostraciones en contra de las Plantas Nucleares. Estas demostraciones se
llevaron a cabo en Junio, Agosto y Octubre, en las cuales participaron alrededor de 15,000 personas
ex-residentes de Fukushima. Actualmente, en Tokio cada semana han ido
aumentando, y cada semana participan más de 100,000 personas. Así ha ido
aumentando la escala de las demostra-ciones en contra de las Plantas Nucleares.
Actualmente, en la Prefectura de Fukushima, a nivel
comunitario, se encuentran bastantes Mo-vimientos, en los cuales se están
limpiando las escuelas, para que los niños puedan jugar afuera nuevamente,
porque actualmente sólo pueden salir a jugar una hora.
Y quiero decirle al Pueblo nicaragüense, que próximamente
nosotros queremos promover un Mundo libre de Plantas Nucleares, un Mundo en el
que no existan las armas nucleares. Y para eso, nosotros, el Pueblo de Japón,
queremos tomar su País como referencia, ya que Nica-ragua vive en coexistencia
y en simbiosis con la Naturaleza. Y me gustaría llevarme esto, y decírselo a la
gente en Fukushima.
Tal y como se encuentra en la Carta Magna de UNESCO: “La
guerra comienza en el corazón del hombre...” Por lo tanto, es mi humilde forma
de pensar, que la Paz, la Fortaleza de la Paz, debe ser construida dentro del corazón
del hombre. Esa es mi humilde forma de pensar.
Actualmente, el Movimiento en contra de las Plantas
Nucleares, y los Estudios que se en-cuentran haciendo con la Naturaleza, para
te-ner formas de Energías Renovables, me gustaría promover eso en mi país; al
igual como se encuentra haciéndolo el Pueblo de Nicaragua. Y para eso, vamos a
necesitar de su Cooperación. Muchísimas gracias.
Me gustaría darle
esta Revista, como un humilde reconocimiento, al Excelentísimo Señor
Presidente.
Palabras
de Daniel
¡Cuánta alegría tener nuevamente en Nicaragua al Barco de
la Paz! Veo en los rostros que, independientemente de las edades, están unidos
en un solo Principio... ¡la lucha por la Paz! Veo herman@s con muchos años de
vida, de expe-riencia, de sabiduría, hombres y mujeres. Y veo también much@s
jóvenes, muchach@s. Es decir, la Juventud tomando la Bandera de los Mayores,
para seguir luchando por la Paz. Por-que cuando la Juventud se incorpora a las
grandes Batallas, por la Justicia, por la Li-bertad, y por la Paz, entonces
tenemos ase-guradas las Victorias.
He escuchado las palabras del Compañero Tat-suya Yoshioka,
siempre con esa Fortaleza de Espíritu, batallando, como El Quijote... ¡sí, como
el Quijote! Pero con la seguridad de que está defendiendo una causa justa, en
la que lo acompañan ustedes, y lo acompañan millones en Japón, y lo acompañamos
millones en el Mundo.
Hemos escuchado el Testimonio de nuestro Her-mano Koichi
Monma, Ciudadano de Fukushima, que nos ha entregado este libro que es un docu-mento
de la tragedia, pero también de la vo-luntad de vencer la tragedia, y de salir
ade-lante, por encima de la tragedia.
El 11 de Marzo del año 2011, recuerdo bien que la noticia
sacudió a nuestro Pueblo, sacudió al Mundo... Primero, el tsunami, y luego, la
tragedia expandiéndose hacia las Plantas, o desde las Plantas de Energía
Nuclear de Fu-kushima. Nosotros nos dirigimos inmediatamente a la Embajada de
Japón, aquí en Nicaragua, y les expresamos nuestra Solidaridad en esos momentos
de dolor para el Pueblo de Japón. El
Embajador estaba preparado con toda la información... tenía el mapa de Japón, y
la zona afectada por el tsunami, y la ubicación de las Plantas.
Todavía estaba en el ambiente, el riesgo de nuevos
terremotos, y por lo tanto nuevos tsu-namis, que pudiesen afectar otras Regiones
en Japón. Eran momentos cruciales, dramáticos, y
nosotros aportando con lo que podíamos apor-tar, que era nuestra Solidaridad
hacia el Pueblo, y hacia las Autoridades de Japón, que están enfrentando esta
terrible tragedia.
Yo le comentaba al Compañero Tatsuya, que la tragedia de
Fukushima, en cuanto al uso de la energía nuclear con un fin pacífico, como es
la generación de energía, vino a poner de nue-vo en la Agenda Internacional,
los grandes riesgos que conlleva el utilizar la energía nuclear para producir
energía con fines pací-ficos... energía para llevar a los hogares, energía para
beneficio de los Pueblos.
Y claro que esto ha provocado reacciones en los Pueblos
donde se utiliza la energía nu-clear con fines pacíficos. En países euro-peos, en
los mismos Estados Unidos, vino de nuevo el temor que ya parecía superado
después de aquella terrible tragedia de Chernobyl. La verdad es que Fukushima
ya contaba con la experiencia de Chernobyl; y eso significaba que ahí había
unas capacidades instaladas con un rango de seguridad mucho mayor del que había
tenido la Planta de Chernobyl.
Pero ¿qué nos indica esto? ¿Cuál es la lección que sacamos
de esta tragedia, y Plantas de Energía Atómica de Fukushima? Las lecciones que
sacamos tienen que ver con una verdad in-contrastable. O sea, no puede el Ser
Humano, con todas sus Ciencias, con todas sus capa-cidades, no puede con la Naturaleza,
¡no pode-mos con la Naturaleza!
Aquí en esta Ciudad de Managua, que hoy han recorrido,
hemos tenido dos grandes terremo-tos... uno en el año 1931, y el último en el
año 1972, que destruyeron totalmente las ciu-dades. ¿Quién puede detener un
terremoto? ¿Quién puede detener un tsunami?
¡Sólo Dios...! Por lo tanto, lo que nos dice la Realidad, la Vida, lo
que nos dice la Naturaleza, es que no abusemos
de las capacidades que ha desarrollado, y se han desarrollado en los
países más avan-zados en lo que es la Energía Atómica con fines pacíficos.
Una Planta de Energía Atómica, es cierto, una Planta que
demanda de mucha Tecnología, mucha Ciencia, mucho aporte de Científicos, mucho
dinero, mucho recurso para su instalación, que una Planta que genera a un costo
que luego re-sulta muy bajo, que no contamina, ¡todo eso es cierto! Pero es una
bomba atómica instalada ahí, que frente a cualquier embate de la Na-turaleza,
esa bomba explota, y provoca mucho más daño que el que podría provocar un terre-moto
o un tsunami.
Por eso, lo que nos dice Fukushima es que no podemos desafiar
a la Naturaleza. Desafiar a la Naturaleza es desafiar a Dios, y ya vemos los
resultados. O sea, las obras, las grandes obras, tienen sus límites, y sobre
todo cuando estas llevan el componente de la Energía Ató-mica. Y hoy más que
nunca, creo que se ha generado una Conciencia en el Mundo, y sobre todo en los
países desarrollados, donde tienen Plantas de este tipo, que es necesario ir sa-liendo
de estas Plantas, e ir instalando Plantas, que no sean una amenaza para los Pue-blos,
no sean una amenaza para las Familias, no sean una amenaza para el Medio
Ambiente.
Porque ya vemos los efectos que tienen. No solamente la explosión
de una Planta como ésta genera muertes de familias enteras, de Niñ@s, Adultos, Jóvenes,
secuelas luego en las fa-milias, sino que también contamina las aguas,
contamina todo lo que va tocando. Y las di-ficultades que han tenido, las
situaciones que ustedes enfrentan con los alimentos, con los peces de esas
aguas que fueron contaminadas; con los vegetales que se cultivan en esas
tierras que fueron contaminadas.
Y yo les quiero decir a ustedes, querid@s Her-man@s de
Japón, que si Nicaragua ya estaba comprometida en la lucha para que
desaparezcan de nuestro Planeta las armas atómicas... hoy también les puedo
decir a ustedes, que estamos comprometidos en la lucha para que desapa-rezcan
las Plantas de Energía Atómica, que se convierten en una amenaza para los
Pueblos y para la Tierra, para la Naturaleza, para el Medio Ambiente.
Hoy 23 de Julio, en Homenaje a l@s miles de nicaragüenses
que han dado su vida en la lucha por la Paz. En Homenaje a l@s estudiantes que
un día como hoy, una tarde de un 23 de Julio del año 1959, fueron asesinad@s en
la Ciudad de León. En Homenaje a este Pueblo que está conmemorando este año el
33 Aniversario del Triunfo de la Revolución Popular Sandinista. Y comprometidos
con nuestro Himno que clama por la Paz, les digo, estamos con ustedes en esta Batalla,
¡y continuaremos con ustedes en esta Batalla!
¡Que Viva el Barco de la Paz!
¡Que Viva el Pueblo de Hiroshima!
¡Que Viva el Pueblo de Nagasaki!
¡Que Viva el Pueblo de Fukushima!
¡Que Viva el Pueblo del Japón!
¡Que Viva la Paz!